BOSTON 2012 - MARATHON (half) & 5 K

Aquí, en América, el Boston Marathon es La Meca de los populares. Se han celebrado más ediciones que de ningún otro maratón en el mundo. Este año tocaba la 116, nada más y nada menos, con la misma fecha, el lunes correspondiente al Patriot's Day, y recorrido, del pequeño pueblo de Hopkinton a Bolyston Street en el centro de Boston a través de carreteras rurales de Massachusetts. El club organizador (Boston Athletic Association) celebraba su 125 aniversario.

El proceso de inscripción, al menos en USA, es riguroso por marcas obtenidas en maratones a lo largo del año anterior. Por ejemplo, para mi grupo de edad, la marca requerida era 3:20:00. Muchos otros maratones americanos basan su publicidad en que pueden servir para obtener el ansiado BQ ("Boston Qualifier"), lo máximo a lo que aspiran los maratonianos de este país. Los dorsales se ordenan por la marca que sirvió para clasificarse. Con mis 2:59:22 de San Sebastián 2010 yo tenía el número 2719 de 27000 corredores y fui asignado al "corral" 3 de la primera oleada, unos 100 metros por detrás de los élites.

Toda el área en torno a la ciudad se vuelca con la carrera durante el fin de semana. Hay referencias al maratón por todas partes, incluyendo un monumento con el nombre de todos los ganadores y una línea de meta que está permanentemte pintada en mitad de la calle. El calendario de carreras del fin de semana comienza el sábado con pruebas para chavales en el entorno de la línea de meta y, para dar más ambiente, celebran un 5 K con llegada en la misma meta del maratón en la mañana del domingo que esta vez reunió a 6000 corredores. Ahí tenéis a Paqui haciendo su mejor marca en la distancia, 25:00, en ese marco tan increíble. Toda una campeona, y sin despeinarse!!.

El año pasado, el keniano Geoffrey Mutai corrió en Boston el maratón más rápido de la historia en 2:03:02, aunque no fue homologado como record del mundo por las características del recorrido. Esta vez, cuando se jugaba su clasificación para el equipo olímpico, las durísimas condiciones hicieron que se descolgara de cabeza pasado el km 30 y acabara retirándose. El tiempo del vencedor, Wesley Korir, fue de 2:12:40, casi 10 minutos más que en 2011.

Con todo esto en mente, era muy difícil renunciar a correr cuando me había apuntado hace casi un año y hace meses que tengo en la mesilla un libro que describe la experiencia de correr Boston. Además, me había ganado el derecho a estar ahí y lo quería disfrutar. Y mira que la organización lo estuvo intentando. Dadas las previsiones de calor extremo, estuvieron mandando emails en los que pedían que los corredores que no estuvieran en plena forma o lesionados que, por favor, no participaran. Incluso ofrecían la posibilidad de guardarte la clasificación para el año que viene si recogías el dorsal pero no tomabas la salida.

Así que ahí estábamos, a las 6.30 de la mañana junto con otros veintipico mil runners en un precioso parque en el mismísimo centro de la ciudad para subir en uno de los cientos de school buses (los amarillos de las pelis), que nos llevarían al Athletes Village, espectacularmente montado en el High School de Hopkinton, 40 kms más allá. El ambiente, la organización, todo genial. Uno de los viajes en bus más originales de mi vida junto a una corredora super simpática de Gran Rapids, Minnesota. Hasta la salida, que era a las 10, haciendo sociedad, comiendo algo sólido, estiramientos, el último ibuprofeno para esa dichosa espalda y, sobre todo, manteniéndose a la sombra, porque el sol caía ya de plano.

Línea de salida y parece increíble estar ahí. Además, estaba superrelajado, sabía que para mí esta vez no se trataba de ir a hacer marca, sino de disfrutar. Me encontraba muy bien, sin ningún dolor, aunque ya sudando de lo lindo antes de haber corrido un paso. Pensé ponerme más atrás en la salida pero, al final, me dije que no, que me merecía estar en ese puesto y allí me quedaba. Se anuncian los nombres de los élites, ovación cerrada para Mutai, suena el himno americano, cantado en directo como siempre, emoción máxima y pistoletazo.

Las primeras millas son principalmente cuesta abajo, intento no acelerarme y dejo que la gente me pase. Quería intentar ir a 5 min/km pero me doy cuenta que no puedo evitar ir más rápido. Los primeros 5 K a 4:30, en el km 10, a 4:45. Pero las cosas no van bien, siento mi molestia habitual en la pierna derecha y, sobre todo, que no tengo fuerza ni para mantener ese ritmo. Cuando veo que empiezo ir más lento de 5 min/km y el dolor va en aumento, me doy cuenta que no tiene sentido. Yo no quiero hacer el maratón andando. En el km 18 decido parar. Una niña me da un vaso enorme de agua con hielo que me resucita y me animo a correr hasta la media maratón.

Sabía que justo antes se pasa por el Wellesley College, un colegio mayor femenino para niñas bien donde residió por ejemplo Hillary Clinton, que en el maratón se convierte en el famoso Scream Tunnel. Mi pequeño premio. Las chavalas ("The Screaming Women of Wellesley") forman un pasillo de unos 500 metros, animando como locas, chocando palmas con todos los corredores y ofreciendo besos con carteles como "Kiss Me, I'm Single" o "Kiss Me, I'm Going to Law School" o "Kiss Me, I Have Loans To Pay" . Lo más divertido que me ha pasado en una carrera. Aceleré el ritmo con mi mayor dignidad de corredor, choqué mi mano con todas las que pude y, antes de que se acabara, me paré a plantarle un beso a la rubia más yanqui que vi.

Poco después vino la foto que he colgado, ya veis la sonrisa, y el arco de la media maratón. En el siguiente puesto de la Cruz Roja me paré definitivamente y me prometí volver otro año para cruzar esa línea de meta histórica corriendo como me gusta. Hasta la experiencia de retirarse y el viaje de vuelta a Boston fue divertida, compartiendo frustración y carcajadas con un montón de corredores.

En resumen, una experiencia excepcional. Ya lo sabía, pero me quedo una vez más con la energía y el entusiasmo de la gente de este país. Impresionante. Los que estuvísteis en Chicago ya lo pudísteis comprobar. Os recomiendo probarlo alguna vez, merece la pena.

Nada más. A ver cómo han terminado los valientes del maratón de Madrid (Carlos?). Para mí ya ha empezado el camino a Berlin. Lo vamos a quemar!!! Sigo con mi recuperación con la idea de poder empezar el plan de entrenamiento específico (18 semanas) el lunes 28 de mayo.

Os dejo con algunas de las fotos del maratón que más me han gustado. Recuerdos a todos desde yanquilandia, se os echa de menos !!!!